martes, 31 de marzo de 2015

Liquidando


Algunas veces recuerdo que fuiste una perra del orto conmigo y te odio,
Después me acuerdo que fue por esa perrada que llegue a conocerla

Y…te sigo detestando, pero con 20% de descuento.

viernes, 20 de marzo de 2015

La primer ELLA.


Soy visible, absolutamente visible, naturalmente visible.
El primer lugar dónde me visibilice fue en la cabeza de mi madre, aun cuando para mí no era un echo, ella lo percibía como tal...

Ella naturalizó lo que no podia ser de otra manera, se ocupó de comentar en la familia la “novedad”, de hacer que todos y cada uno lo supiera de la misma manera en que contaba que mi hermana estaba de novia, o que papá se iba de viaje, mamá construyo ladrillo a ladrillo mi seguridad, y no sin miedos, no sin prejuicios, no sin preguntarse dentro de su estructura católica si recibiría castigo, no sin entender que el mundo me iba a atravesar, sino sostenida de un deseo, el de que esa incomodidad se transforme en felicidad.

Luego el mundo fue dominable, hasta el/la más homofóbicx se rindió a la confianza con la que respondía a la pregunta por el novio, esposo o amante, con una respuesta en femenino, sin un solo dejó de culpa, incomodidad o prejuicio, sin quedarme en la palabra, ni en el gesto, sin notar siquiera que podía romper un esquema, neutralizando el momento.
Madre es la pimer mujer que se metió en mi cabeza, modifico estructuras y edifico mostruosas ideas de igualdad.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Música


Skye me canto al oído, me susurro hasta entrar en paisajes oníricos,
Me reservo el privilegio de escucharla cuando quiero,

De quitarle espacio al silencio,

De perderme en el placer de tener siempre música a mí alcance.

Algunas noches que ella no me abraza, necesito música para acuñar mis nostalgias, para no ser tan humanitamente melancólica sin remedio, para entender que la finitud se hace más soportable si tengo canciones.

Ella se siente como brazos, piernas, perfume, sexo.

viernes, 13 de marzo de 2015

Del auto boicot



Hay días que me predispongo para el palmetazo.

Hay noches que me ofrezco para el abandono.

Hay semanas enteras que me presto para la puteada.

Hay meses en donde mis hormonas histéricas me suben a una montaña rusa sin seguridad.

Hay tanta indecisión en mis pensamientos, que prefiero esta noche dormir en cucharita silenciosa, después de una lucha de cuerpos desnudos.