jueves, 25 de junio de 2015

Filo Sofia...


Me bastan unos minutos de básica reflexión para entrar en la angustia de la finitud, como la definí cuando empecé a darme cuenta qué significaba esa melancolía “absurda” que me acompañaba la mayoría de los días.
Heidegger diría, quizá, que es darse cuenta que soy un “ser para la muerte”, y sí, es un poco eso, es un poco entender que aun sabiéndome pequeña temporalmente no me permito cambiar mi actitud de vida cotidiana, no puedo simplemente lanzarme a intentar ser, con la mayor ambición, feliz cada segundo, sin pensar en eso que llamamos FUTURO.

El tiempo es una noción necesaria, evidente, trascendente y lastimosamente corrosiva. Aunque de pensarlo es otro absurdo, o sea, le echamos la culpa de todo lo que se nos escapa como humanos y le otorgamos el poder de sanar todos los males, un dios más, un dios griego.

Cuando me confesé absolutamente incapaz de creer en  eso que llaman Dios me despedí también  del abrigo que puede darles la idea de protección, de otra vida, de otra oportunidad de mejorar, del destino, del alma, del espíritu, de la fe, de los milagros…de la magia.

Pero a pesar “de” sí creo en algo, en las emociones, en el AMOR.

Clasificaciones


Existen 3 clases de personas:
  • Las que cantan las canciones de las que se saben la letra.
  • Las que no cantan.
  • Las que no se saben la letra y simulan moviendo los labios ridículamente.
Estos últimos me divierten sobremanera.

viernes, 19 de junio de 2015

Soñarla


Anoche entre molestias físicas volvió oníricamente, molestia emocional.
Apareció como la guarde en el cajón, me dejaba por otra, volvió el recuerdo tal y como lo selle, como auto mentira. Ella no me abandono. Nos abandonamos, luego ella se enamoró de otra.
Antes planee formas de que me abandone, de poder irme, de alejarla. Alguna vez planee en compañía, ¿de quién podría enamorarse?  Lo planee incluso cuando eso no era lo que quería.
Cuando finalmente ocurrió estaba completamente fuera de plan, ¿irónico? no, deseo concedido. La “contradicción” fue un fuerte golpe en la cabeza, de esos que  aturden, que ni bien salís preguntas, ¿qué pasó? Pero actúas normal, “normal” bah!
Como humanita humanizada hasta los huesos, primero dije entender, pero quise saber, luego entendía menos, entonces empezó el enojo, siguió la bronca, más el resentimiento, por fin las emociones esperables, pero tardías. Duró poco porque racionalice tanto como pude, vivíamos juntas sí, pero nos habíamos soltado hace ya mucho, entonces actúe de cuasi amiga, faltaba el despegue emocional de ambos lados, ella seguía tratándome como su adoración, yo ponía resistencia, pero las palabras estaban cargadas de pasado.
Finalmente logre visualizar la situación, ella estaba queriendo a otra, no sé qué tanto, pero la pensaba y yo aparecía entre cogito y cogito como un desvelo, tenía que correrme, al fin y al cabo era lo que quería.

viernes, 12 de junio de 2015

Diferencias.


Ella escucha a Sabina, para mí es un rebuscado.

Yo escucho a Morcheeba, para ella es “linda la bandita”, pero nunca los pone si está sola.

Ella mira walking dead, yo prefiero las series cómicas de los 90’, en dónde los personajes tenían la sangre dónde corresponde ¡en las venas!

A ella le gusta el pan apenas tostadito, con café con leche.

A mí me gusta casi quemadito, con mate cocido.

Ella usa casi siempre jeans.

Yo siempre me enfundo en algún vestidito o pollera.

Ella camina.

Yo troto.

Ella es dulce.

Yo…agridulce.

Ella ME AMA.

Yo en cambio, LA AMO A ELLA.