jueves, 4 de diciembre de 2014

Finititísima


Finita y ella gigante.

Angosta y pegadita de un lado, del otro, un pedazo de papel plegado…

Cuando me siento tan así me lastimo fácil, no auto flageló  he,  no, de que quise jugar, esas cosas que suelen ser divertidas cuando el cuerpo se dispone a disfrutar, pero no, me lastime, porque estoy así y así lo comunica mi cuerpo, dejándome ser, sentir(me) y convivir(me) frágil.

Me costó el mundo.

Me costó ser.

Me costó ser y estar en el mundo.

Me costó un dedo ser en el mundo que atraviesa mis dolencias con pelotas.

Ella gigante me levanta de a pedazos y me mima a la distancia.

 

Pernoctando la última noche con sueñitos de estar juntitas y enredadas mañana.

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